sábado, 21 de noviembre de 2015

Ideas Filosóficas...

La subjetividad.
Unamuno había tomado de Kierkegaard, a quien consideraba un hermano, el repudio de toda verdad abstracta y objetiva, a la que consideraba inoperante y estéril. 
Este repudio explica en que medida el rodeo inamuniano por el existencialismo era, en su cisrcunstancia, un rodeo casi inevitable. Con otras palabras, ayuda a entender por qué Unamuno no podia acudir directamente a la religión, si tanto le importaban cierta cuestiones.
Es cierto que el cientificismo tenía unas pretenciones totalizadoras que a Unamuno se le antojaban inaceptables. Anticipando una actitud teórica que habría de alcanzar su apteosis con el neopositivismo del círculo de Viena. Los positivistas de fines de siglo XIX habían erigido la razón discursiva y la ciencia empírica en un absoluto, junto al cual no había lugar para nada más. Pero eso no explica del todo la actitud unamuniana. lo más grave era que, por su parte, tambien la fe católica habia ido deslizándose hacia una racionalización del misterio de la salvación, hacia lo que Unamuno llamaba una escolástica. La teología tomista había convertido la religión en una cadena de silogismo, en algo casi enteramente justificable por la razón. El resultado final de este doble movimiento era el imperio sin fisuras de la razón.
 

Su vida

Unamuno se lanzó al conocimiento de la realidad, considerando que la existencia es pura facticidad.

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/u/fotos/unamuno2.jpg
"El hombre de hoy no es el de ayer ni el de mañana"
 (Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) Escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación del 98.
Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la universidad de Madrid. Se doctoró con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, y poco después en el año 1891 accedió a la cátedra de lengua y literatura griega en la universidad de Salamanca, profesor y rector en la Universidad de Salamanca  en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua castellana hasta 1934.
Permaneció desterrado entre 1924 y 1930 en Fuerteventura, París y Hendeya.
Regresó a España tras la caida de la dictadura de Primo de Rivera.